Movimientos conservadores en el país que atentan a las políticas públicas 

Los últimos acontecimientos en el país, la corrupción del Sistema de Justicia, las muertes extrajudiciales por parte del estado, la liberación del expresidente Ing. Alberto Fujimori, el rechazo del Poder Judicial de ampliar la denuncia por las esterilizaciones forzada, declarando nulo el proceso que se inició el 2021 en el que estuvo implicado el expresidente Fujimori y sus exministros, es una falta grave en cuanto al acceso a la justicia, y las reparaciones.   

Hace más de 20 años, muchas mujeres privándolas de su libertad y consentimiento, fueron coaccionadas para las esterilizaciones a más de 300,000 mujeres, resultado de ello, murieron más de 2, 700, pero sólo fueron reconocidas a 1.365 víctimas de este crimen. Se había querido ampliar en la denuncia un mayor número de víctimas e incluir más hechos y no fue aceptado. Al declararlo nulo el proceso es una violación de derechos humanos.  

En el Perú, el cumplimiento de los derechos humanos es un reto constante, no sólo por los compromisos internacionales de respetar los derechos, sino porque se quiere forjar una sociedad civil más justa, igualitaria de respeto a la dignidad humana.  

Sin embargo, vemos con preocupación cómo los grupos conservadores religiosos, intervienen con proyectos y acciones políticas de derecha en lo económico y cultural, al crear leyes que afectan a los derechos sexuales reproductivos, no respetan la libertad de conciencia, el derecho a decidir y promueven una necropolítica de los cuerpos y los territorios.  

Hacen una defensa radical del discurso de grupos de Provida, o pro-familia, con la narrativa que se está diseminando la “ideología de género”, se está creando un temor infundado a los estudios de género, afectando todos los derechos ganados y se retrocedan las políticas públicas sobre la educación sexual, salud reproductiva, el aborto terapéutico, la unión civil. 

Todas estas acciones debilitan los procesos democráticos, y se apropian los temas del Estado Laico y la libertad religiosa. La defensa de la separación del Estado y la Iglesia es defender la laicidad. Asimismo, la imposición de una confesión atenta al pluralismo religiosos, el diálogo y el respeto a la diversidad de creencias y  alteridad. 

La defensa de los derechos humanos no son conceptos, valores, e ideales abstractos, estos se concretizan en nuestra historia, en sus luchas por la libertad, la justicia, igualdad, la vida plena de todas las personas: hombres, mujeres, personas con discapacidad, niños, y las personas con orientación sexual y otros.  

Cuando la dignidad del ser humano está lacerada, maltratada, asesinada, y los derechos de las personas son controladas y sometidas por un gobierno fascista, tal como lo tenemos en el Perú, no podemos olvidar de nuestra responsabilidad que tenemos para con el prójimo. Nos toca el derecho y la obligación de oponernos a un gobierno ilegal, e inhumano en defensa de los derechos de los demás.  

 Como imagen de Dios, no podemos estar en contra de nuestros prójimos, sino estar con él y para él. Somos responsables en comunidad con los derechos del prójimo. Por eso, los derechos y obligaciones de la comunidad humana son también inseparables, como los del individuo, y los seres humanos han de respetar la dignidad y responsabilidades colectivas. La misión de los derechos humanos, lo podemos hacer realidad en la  reconciliación, pacificación, reparación, restitución y esperanza para un mundo nuevo. 

Por: Luzmila Quezada B.

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